Quo Vadis, Valencia CF.

A estas alturas es difícil que Emery cambie, y no me refiero a uno de esos cambios que hace porque se lo pide el presidente o los jugadores, sino a que saque su mala leche o escurra la parte de responsabilidad que no tiene. De todos modos, no es de Emery de quien pensaba escribir hoy, sino de algo más serio.
Anoche escuchaba a Fran Guaita y a Carlos Bosch hablar de fin de ciclo, es indiscutible. Pero el fin de ciclo del entrenador no traerá un cambio de dirección del Club, y eso es lo preocupante. No critico la gestión económica de Llorente y su consejo, o más bien sólo de Llorente. La economía es la que es y poco se puede hacer. Pero siempre he sido de la teoría de copiar a los mejores, no plagiar, pero sí imitar los procesos que hacen a un grupo, a un trabajador, a un investigador o a un club, destacar.
El Valencia no tiene un estilo definido de juego, igual que su actual entrenador, da bandazos. El Barça sabe a qué juega, el Athletic de Bilbao también, de un modo u otro, con un estilo mejor o peor, pero ambos tienen una identidad. Identidad es lo que falta. La identidad no se compra, y más aún si quien es comprado sabe que está de paso, que ha sido fichado porque se va a revalorizar para ser vendido. Si tu fichas a un defensa porque dentro de dos años te aseguran que valdrá el doble es imposible generar una identidad, ese jugador en la vida va a identificarse con el escudo. No hay jugadores intransferibles, pero tampoco debe haber jugadores “bonos del tesoro”, que compras porque sabes que son una inversión segura a medio plazo. Has de fichar, y has de fichar a jugadores válidos, jóvenes y aprovechables, pero no le digas a las claras al nuevo: vienes porque en una o dos temporadas voy a sacarte rentabilidad.
Unos jugadores que no entienden lo que es el club, que están como quien para a repostar en un área de servicio, no rinden igual, no sienten igual, les da igual la Historia de la entidad. Si a esto le sumamos la falta de timón patente del entrenador y también, que no escurran el bulto, del presidente y del director deportivo, el resultado es el caos.
No puede faltar un modelo de club, si es este de comprar para revender adelante, pero con un estilo de juego definidos, con una apuesta por la cantera verdadera, no a medias (Apuesten por Alcácer ya), y con todos los jugadores de todas las categorías del club jugando a lo mismo. Sigan el modelo inglés, fichen a un tipo que sabe, que sea manager-entrenador y que haga jugar a toda la entidad a lo mismo. Pero pongan un rumbo claro, marquen un modelo futbolístico y de entidad que dure, y que sea bueno. Hagan algo más que pedir al aficionado, saben demasiado qué quiere Mestalla, dénselo.
Artículo publicado en los Blogs de Superdeporte – La cervecita de los viernes: http://comunidades.superdeporte.es/17769/blog/
Buenas Noches y Buena Suerte.
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2 comentarios:

Mensajes claro dijo...

Creo que no siempre el problema es de los entrenadores , Si ambas partes dan lo mejor no creo que hubiera problema.

Josete dijo...

Ya pero nunca sabemos quien puede dar más o menos. Muchas veces no trasciende.