Alejados del triunfalismo aliado, en especial del norteamericano, debe ser difícil contar la II Guerra Mundial desde el lado alemán. Aplíquese este axioma al cine y viaje por la historia del cine germano. Vergüenza, secuelas, dolor, muerte, soledad, destrucción. En La lección de alemán (Deutsch Stunde) es difícil no sentir compasión. Pero el cine alemán lo vuelve a hacer:  Hurgar en sus heridas, aplicarles agua salada y mostrarlas al mundo escocidas, pero como magníficas películas. Odas al cine como esta cinta de 2019 dirigida por Christian Schwochow


Estamos ante la adaptación literaria de una novela homónima, un best seller de 1968 del escritor Siegfried Lenz publicado en España por Impedimenta.

Sinopsis.

Tras la II Guerra Mundial, Siggi Jepsen es internado en una institución para educar a los jóvenes difíciles, extraños. La Alemania derrotada tiene que lidiar con cientos de miles de personas con secuelas, no sólo físicas, sino mentales.


Dentro del internado, Siggi debería escribir un ensayo sobre "Los placeres del deber", pero no tiene ni idea de cómo hacerlo. Será maltratado por ello y, finalmente, aislado en una celda con un cuaderno en blanco. 


Desde ese encierro en su celda acuden a él los recuerdos de su infancia: su padre, Jens Ole Jepsen (Ulrich Noethen), un oficial de policía veterano durante los tiempos del III Reich, recibió el encargo de vigilar al pintor expresionista Ludwig Nansen, interpretado por Tobías Moretti, a quien recordaréis de Rex, la serie del perro.


Siggi tengrá que elegir entre un padre al que detesta y un pintor del que está fascinado. Contraponiendo 2 mundos, dos visiones de la vida y dos bandos de una contienda que ya sabemos todos cómo acabó.


La lección de Alemán

Opinión personal sobre La lección de alemán.

Toda la película es  un documento gráfico lleno de dolor. La lección de alemán no es sólo la historia de una represión sobre el mundo artístico. Es la historia del final de una época, de los coletazos de la desesperación, de la rabia contenida por parte de todos. 


Pero también es un homenaje de la Alemania derrotada a todos los que supieron perder, a quienes fueron cómplices y a quienes vivieron en silencio con los cómplices o atenazados por el miedo a la brutal represión.


En Ludwig Nansen se rinde homenaje a todos esos artistas maltratados, represaliados o asesinados por el régimen nazi. En muchos casos confluyen la persecución por su dedicación al arte y por la orientación sexual. Y la posición de la sociedad alemana del III Reich queda muy bien representada en La lección de alemán.


Pese a ser una película de retaguardia, los momentos llenos de tensión son enormes. y creo que es una de esas películas que merecen ser vistas con atención. Hay detalles que traspasan el primer plano, segundos planos de pinturas, imágenes, rostros de espectadores de las escenas que acaban por dotar de un realismo.


Hay tanto simbolismo en todas y cada una de las escenas que uno no puede más que enamorarse de la crudeza de esta película. Sentir compasión por Siggi y lástima ante tanta violencia, no sólo física.


La fotografía de La lección de alemán es otro de los puntos fuertes de la cinta.. Certera, adecuada para cada momento. Este es uno de los rasgos del buen cine alemán de los últimos años.


La confrontación padres hijos se hace más patente al mezclarse con el factor bélico. A nadie se le escapa que este es un tema muy manido a lo largo de la Historia del cine, pero con el cóctel adecuado de elementos logra tener una potencia artística digna de mención. Y lo logra enfrentando al pequeño Seggi a un dilema, escoger entre la amistad y su padre.



Aunque no estamos ante una de las grandes películas de la historia del cine, sí recomiendo su visionado. Los motivos morales, la fotografía, la trama y el ritmo hacen de ella una película recomendable. La tenéis (julio de 2021) en Movistar y Amazon. Valoración: 7.2.


Buenas noches y buena suerte.




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