Mostrando entradas con la etiqueta Woody Allen. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Woody Allen. Mostrar todas las entradas


Hoy traemos la crítica de A propósito de nada, la autobiografía de Woody Allen. Un libro rodeado de polémica, que he degustado a ratos, a trocitos. Sin darme un gran empacho. Ya que estamos ante una autobiografía, que no es mi género favorito.


La autobiografía de Allan Stewart Konigsberg, nombre real del director y actor neoyorquino, nacido el 1 de diciembre de 1935, se publicó en 2020. No es necesario mencionar que la biografía que uno mismo escribe debe ser la “oficial”, lo digo por aquella coletilla de “biografía no oficial”. 

Woody Allen, libro autobiográfico de Woody Allen

Los líos judiciales de Woody Allen, una aclaración previa.

No sabemos cómo juzgarán nuestros hijos a nuestros héroes. Si alguno de sus héroes es su padre tampoco sabemos cómo lo harán. Supongo que tendemos a creer a nuestros familiares por encima de todo.


Habrá quien haya comprado, o quien comprase, o quien comprará este libro por todo el follón de Mia Farrow, Soon-Yi,  las acusaciones, los juicios, los supuestos o falsos abusos, etc. A mí me fastidiaron la lectura. Y no porque no me parezca grave una acusación, o varias, de abusos, o una persecución inventada (todo presuntamente), sino porque aunque entiendo que el autor sienta la necesidad de dar su versión en su autobiografía, donde las únicas voces que intervienen son la suya propia y la de su editor, pero no para “censurar” lo que diga o deje de decir.


Para esta crítica de A propósito de nada de Woody Allen quisiera matizar que en mi caso no leo una autobiografía de un cineasta para saber sus líos judiciales. Habrá gente a quien le fascine, a mí no. Prefiero reír leyendo sus historias de infancia o de su primera esposa con sus chascarrillos, imaginando que es su voz en off la que está leyéndome el libro.


Entiendo que haya quien lea el libro por esta truculenta historia. Lo respeto, más bien. No voy a emitir excesivos juicios al respecto porque quien aquí comparece lo hace en calidad de crítico aficionado a la literatura, al cine y a la música, algo que en Allen se conjuga, no a los debates morales. Para eso, si me animo, dedicaré otra entrada.



Woody Allen, una vida no tan excepcional (según el propio Allen)

Desde el punto de vista de un aficionado al cine, al cine de Woody Allen, a sus libros y a las comedias, el libro me ha hecho pasar ratos muy agradables. No estamos ante un libro imprescindible, salvo que cumpláis las mismas premisas que yo. 


Es una autobiografía. El género biográfico es lo que es, y está destinado a personalidades influyentes, que marcan una época. Woody Allen cumple estas premisas.


El propio Allen narra su infancia en el barrio, sus peripecias, su poco amor por la lectura, al contrario de lo que sucedía con su hermana. Iba al colegio, no destacaba, le fascinaba la magia, como luego pudimos comprobar en algunas de sus cintas.


Es divertido leer como alguien compone su nombre artístico. Han existido muchas teorías sobre ello, pero la realidad, casi siempre, se muestra bastante alejada de todas esas especulaciones. Los seres humanos preferimos la fantasía pero el bueno de Woody empezaba a colar frases en textos, monólogos y secuencias humorísticas y simplemente buscaba un nombre para el mundo del espectáculo.


A los 16 ya se pudo comprar una máquina de escribir Olympia portátil, con la que sigue mecanografiando (este tipo no usa ordenador para sus guiones).


Poco a poco comenzó a escribir y a ganar dinero, al principio poco, luego mucho. Se fue codeando con guionistas, humoristas, y al final tocó techo. Empezó a girar con grandes del espectáculo y se consagró con un estilo propio que luego trasladó a su cine.


A día de hoy, Allen ha escrito guiones, libros, películas, cuentos, casuals publicados en The New Yorker, monólogos, etc. Todos escritos con máquina de escribir, o eso se cuenta.


Hay pasajes hilarantes, como el hecho de ser rechazado para el servicio militar por morderse las uñas en el examen médico realizado por un psiquiatra. Ya tenemos algo en común quien escribe y el famoso cineasta, aunque su primera esposa logró que lo dejara con posterioridad.

Sus gustos artísticos: música, cine y humor.

Entre las confesiones tempranas del cineasta norteamericano, prefiere Chaplin a Keaton, no se muestra encantado con Con faldas y a lo loco, ni le gusta ¡Qué bello es vivir! pero sí se muestra afán de los musicales como My Fair Lady y Cantando bajo la lluvia. Justo a la inversa de quien escribe esta reseña.


Allen también nos habla de sus gustos, no terminó nada de Henry James, le gustaban Hemingway y Camus y le maravillaron Thomas Mann y Turguénev.

La música.

En A propósito de nada Woddy Allen nos cuenta su vergüenza a la hora de tocar, cómo su faceta musical, cómo el jazz y su clarinete, le han llevado a giras por Europa, a ciclos de conciertos por los Estados Unidos, al Jazz Heritage, y como Gene Sedric, clarinetista de Fats Waller le abrió la mente y los oídos. Todo esto cuando él ya era un cómico en alza.

Su vida como cómico.

Los inicios de un cómico de esta envergadura son muy curiosos. Y esta es quizás una de las partes más divertidas e interesantes del libro. Aprender, leer, cómo empezó escribiendo pequeños gags, y su ascenso meteórico al lado de los más grandes del humor en los Estados Unidos a través de viajes, conversaciones, etc.


El cine.

En la página 29 hay un punto que quizás pase desapercibido para muchos lectores, pero que me atrapó. Woody Allen nos cuenta como en El dormilón se imagina que es Blanche Du Bois en Un tranvía llamado deseo y Diane Keaton hace una imitación perfecta de Marlon Brando.


En A propósito de nada Woody Allen nos muestra cómo muchas de las escenas más icónicas de sus películas, y algunas menos icónicas, no son más que guiños de otras películas u obras artísticas que le marcaron. 


Qué gozada, poder homenajear así al mejor cine, ¿no?


Lo cierto es que Woody Allen confiesa en el libro que hace décadas que vive ajeno a la crítica. Supongo que le llegará por sus productores, que son quienes están más preocupados por la economía y la taquilla, que depende, en gran medida, de esas opiniones vertidas en medios especializados.


Como la autobiografía transcurre cronológicamente, permite ver sus altibajos, su relación con la Industria del cine: productores, actores, actrices, sus líos con ellos y ellas y sus opiniones. Porque si algo no hace el famoso director es escatimar elogios o críticas. Algo que al lector le encantará, a buen seguro.


Alec Baldwin, Elaine May, Penélope, Scarlett Johanson. Opiniones muy interesantes, como la que tiene de Joaquín Phoenix. Es de agradecer la sinceridad de Woody Allen a lo largo de A propósito de nada.


El papel fundamental de David Merrick en las primeras películas de Allen, sus inestimables consejos, las historietas tras Tócala otra vez, Sam. Los errores en un aspecto tan fundamental en la filmografía del director como la música en Toma el dinero y corre, solventada por Harvin Hamlisch, que luego fue un renombrado compositor. 


Son decenas de anécdotas deliciosas. Y en ese punto el lector cinéfilo va a gozar. Como la elección del título de Annie Hall. No quiero desvelar más para no anticipar más del libro.


Otro de los puntos más interesantes es el análisis que el director realiza del éxito de algunas de sus películas y los fracasos de otras. Y es que el público reacciona de maneras bien distintas a sus películas y depende, también, de la localización del mismo. Especialmente curioso es el caso de Manhattan, tan icónica pero con un montaje que no dejó satisfecho a Woody Allen frente a la opinión de United Artists.


El repaso por sus obras es totalmente completo, y seguro que disfrutais rememorando todas sus películas y conociendo más sobre su intrahistoria.


Una confesión hacia el final del libro me fascinó:

“Escribir me gusta más que rodar, porque rodar es un trabajo duro y físico bajo un clima caliente o frío en horas infames que requiere un millón de decisiones sobre temas de los que conozco poco”

Diane Keaton, mención especial.

Si hay una persona clave en la filmografía de Woody Allen, por encima de Mia Farrow, es Diane Keaton. Es opinión personal, pero el autor corrobora mi teoría. Hablamos de películas tan importantes como Annie Hall, Manhattan, La última noche de Boris Grushenko entre otras. Días de radio, Sueños de un seductor, Interiores. 


Son una dupla fantástica que entendieron el cine bajo el mismo prisma durante mucho tiempo. Fueron amantes, amigos y mucho más que eso, y queda plasmado a lo largo de las páginas del libro.

Mia Farrow, la relación al desnudo.

Hacia los tres cuartos de la obra aparece todo el fandango del que hablaba al inicio de esta reseña. Woody Allen se esmera en detallar al máximo la relación entre ambos, con los hijos, el servicio, los abogados y la prensa. 


Entiendo que debió ser un infierno para todos los implicados, pero como he dicho, personalmente el libro pierde fuerza en esta parte, porque a mí lo que me interesa de Woody Allen es su arte: cine, guiones, libros, ingenio. 


Habrá quien se recree y entiendo su punto de vista. La necesidad de contar su versión.


Soon-Yi, el verdadero amor.

Al hablar de Soon-Yi el lector percibe a un escritor enamorado. Pensando en pasear con ella por Central Park, París, Venecia. Narrando su encierro en el ático en el que vivían mientras la tormenta mediática les acosaba.


Pero hay un factor en todo ello: la estabilidad. Allen siente admiración por su manera de ser. Nadie puede llegar a pensar que hay maldad o malas intenciones en esa relación leyendo este libro.


Homenaje a sus ídolos.

Woody Allen se muestra agradecido por haber podido conocer a sus ídolos y haber trabajado e interactuado con ellos: Arthur MIller, Ingmar Bergman, Tennessee Williams, Kazan, Truffaut, Fellini, García Márquez o el propio Groucho Marx. 


Con todos ellos pudo compartir mesa y mantel, conversaciones, relaciones epistolares y telefónicas. Lo bueno de estar entre los grandes es conocerlos, lo bueno y puede que lo malo.

A propósito de nada, opinión personal

Recomiendo el libro a quienes os guste el personaje, el director, guionista, actor, músico, cómico, y tantas otras cosas. Todo ello con una traducción impecable a cargo de Eduardo Hojman.


Aprender sobre cómo forjó su camino hasta ser el brillante cineasta que es hoy en día y hacerlo en primera persona resulta cautivador para adictos a su obra como quien escribe.


Sobre sus explicaciones en primera persona de alguien que ha sido el centro de los focos en una truculenta y desafortunada historia, Woody Allen pide disculpas al final del libro: “Lamento haber tenido que dedicar tanto espacio a la falsa acusación lanzada contra mí, pero esa situación es como agua para el molino del escritor y añade un fascinante aspecto dramático a una vida que de otra manera sería bastante rutinaria”


Si os gusta el cine de Allen, si queréis pasar un rato, o unos ratos porque son 440 páginas, no dudéis en leerlo. Sea en formato electrónico (pdf o lo que sea) o formato físico. Vais a aprender sobre cine, sobre el mundo del espectáculo y también sobre una manera de escribir, crear, pensar y vivir.


Porque crear, al fin y a la postre, es una manera de vivir.


Valoración: 8.


Buenas noches y buena suerte.


Ficha técnica de A propósito de nada.

Nº de páginas: 440

Editorial: ALIANZA EDITORIAL

Idioma: Castellano.

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788491819950

Año de edición: 2020

Traductor: EDUARDO HOJMAN

Fecha de lanzamiento: 21/05/2020




El pasado sábado por la tarde noche nos marcamos una sesión de Autocine en Denia. La primera de las películas del programa era “Día de lluvia en Nueva York”, la última cinta que ha estrenado Woody Allen, la primera desde que los abusos y escándalos del pasado amenazaran con acabar con la carrera del director norteamericano. A Rainy Day in New York, que es su título original, cuenta con guión del propio Allen y fotografía de Vittorio Storaro. La película tiene una duración de 92 minutos, como no podía ser de otra manera. Como es costumbre en los últimos tiempos, os dejo el trailer en español.


Día de lluvia en Nueva York  cuenta con un reparto dispar, en cuanto lo conocido de sus nombres. Los actores y actrices que interpretan los papeles principales son Timothée Chalamet, Elle Fanning, Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall, Cherry Jones y Will Rogers, entre muchos otros. Woody Allen, que no aparece en esta cinta, vuelve a contar con disparidad de actores, en cuanto a su reconocimiento previo por el gran público.
SINOPSIS: Gatsby Welles (Timothée Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning) son una joven pareja de novios que estudia en una pequeña y desconocida Universidad en el Upstate. Ella viene de Tucson (Arizona) y él es un neoyorquino, ambos de familias acomodadas pero con inquietudes dispares. Ashleigh es reportera para el periódico de la Universidad y concertará una entrevista en la Manhattan, la siempre recurrente Manhattan en el universo Alleniano, con el afamado director Roland Pollard (Liev Schreiber),  que está acabando de montar su última película mientras sufre una acuciante crisis creativa. Gatsby, afortunado jugador de poker, viajará con la joven, reservando en un lujoso hotel de New York con vistas a Central Park para impresionar a la joven. Todo ello sin avisar a su familia, puesto que su madre da una fiesta de la alta sociedad a la que el joven declina asistir poniendo mil excusas antes sus progenitores.
La trama principal de Día de lluvia en Nueva York vuelve a girar sobre una pareja, una vez más en la filmografía de Woody Allen, con inquietudes diferentes. Gatsby es un joven urbanita con un bagaje cultural y unas inquietudes muy alejadas de las de Ashleigh, que cumple, en muchos tramos de la película con el estereotipo de rubia poco avispada y excesivamente inocente. Este viaje abrirá un nuevo camino en su vida a raíz de conocer a Roland Pollard, a su guionista de cabecera, interpretado por un magnífico Jude Law. Gatsby a su vez, vivirá un dilema al encontrarse, por un lado, persiguiendo a Ashleigh y por otro atrapado por la ciudad a la que pertenece.
Sobre la película he leído unas cuantas cosas, algunas no merecen ni ser tenidas en cuenta, ni les voy a dar el gusto de entregarles un enlace saliente. Aquí servidor da su particular visión y la película me gusta, porque Día de lluvia en Nueva York os gustará si os gusta el cine de Woody Allen, ¿que está llena de clichés y de escenas y chistes típicos del director? Obvio, porque cada artista deja su impronta en cada una de sus obras. No pasará a la historia como la mejor de las cintas de Allen, pero es una comedia entretenida, con momentos absurdos e hilarantes y con ese aire de drama personal trascendental acechando a cada uno de los personajes principales. 90 minutos de arte y de cine, de entretenimiento. Insisto que en la actual crisis de creatividad que sufre el cine de nuestro tiempo, encontrar a los grandes directores entregándonos esperanza es algo así como encontrar una fuente en medio de un desierto..
Os recomiendo ir a ver Día de lluvia en Nueva York, por Allen, por Jude Law, porque su reparto al completo está muy en su papel y sus interpretaciones son buenas, por ver a un director entregado a su ciudad. Es una película jovial, que destila pasión por la vida y por el cine, mientras se critica la frivolidad de las élites cinematográficas pero también de las élites económicas y de sus hijos y su manera de comportarse. Id al cine malditos. Y ved la película. Valoración: 7.5.
Buenas noches y buena suerte.




2014 Magic in The MoonlightTenía ganas, por ciertas críticas de gente apreciada, de ver Magia a la luz de la luna ("Magic in the Moonlight", 2014). La, hasta hoy, última película estrenada en España por Woody Allen. Con un buen reparto Emma Stone, Colin Firth, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos, Antonia Clarke, Natasha Andrews, Valérie Beaulieu, Peter Wollasch, Jürgen Zwingel, Wolfgang Pissors, Sébastien Siroux, Catherine McCormack. Y gente tan buena como Darius Khondji como responsable de fotografía.

Allen escribe, produce y dirige una comedia romántica con una carga de profundidad que quizás el espectador no espera al comenzar. A finales de los años 20 el afamado mago Wei Ling Soo triunfa en Berlín y en media Europa. Es en la capital alemana donde su compañero de escuela Howard Burkan va a visitarle. Le propone viajar al sur de Francia para desenmascarar a Sophie Baker, una médium de Kalamazoo, Michigan (esa ciudad de Michigan de la que también hablan TheBlack Keys en Gotta get away), que, según Howard, intenta sacar el dinero a una adinerada familia que ha perdido a su padre/esposo. El mago viajará a  algún lugar entre la costa azul y la Provenza a ver a su tía Vanesa, que vive allí y desenmascarar a la impostora médium. El hijo de la adinerada familia, Brice, está loco de amor hasta la estupidez por Sophie e intenta casarse con ella.

Colin Firth lo borda. Representa a un personaje con un escepticismo tan entero y crítico, como genial. Aunque tal escepticismo desemboca en comportamientos neuróticos por parte del protagonista y de su amigo Howard. Sophie Baker, Emma Stone, es una vidente seductora, coqueta, juguetona, que irá mermando las profundas convicciones del mago y ganándolo para su corazón. Su interpretación es, simplemente, deliciosa. Brice el hijo de la familia, está completamente enamorado hasta la estupidez de ella. Sophie es impulsiva, no deja de comer y adivinar el pasado de Howard, hasta que éste empieza a perder la cabeza por sus predicciones. Quien siempre fue un desenmascarador de videntes, acaba sobrepasado por el hechizo de Sophie y rompiendo sus esquemas más profundos.

Seamos críticos, no estamos, ni de lejos, ante una de las mejores películas de Woody Allen. Le falta un puntito de chispa y acidez. La trama, sin llegar a ser previsible, tiene momentos en los que no fluye como nos acostumbra el bueno de Woody. Aún así, la cinta goza de elementos espectaculares: los guiones, como siempre, su escenografía, el vestuario y la ambientación. Pero, sobretodo, la fotografía. Impresiona el tono y cómo saca partido de la luz, jugando en algunos tramos, con apariencia de fotograma deteriorado. Lo mismo se puede decir de los segundos planos desenfocados y enfocados en cuestión de segundos. Artilugios que enriquecen la película.

magic

Respecto a los diálogos, hay frases que me impactaron y que vuelven a consagrar a Allen como uno de los mejores guionistas de todos los tiempos. Algunas de las frases que más me impactaron son (puede contener algún elemento de SPOILER) las siguientes, agradezco a los amigos de Frases de películas su gran trabajo:

  • “No entregues el corazón con tanta facilidad”

  • “¿No es suficiente que hayas abierto mis ojos a la dicha de vivir? Conquistaste mi mente. ¿También necesitas conquistar mi corazón?”

  • “- Y a veces la gente elige mal y luego se arrepiente, aunque no hayan hecho ningún mal serio. ¿Quién no tuvo una metida de pata en la vida? Y hay una cualidad bastante atractiva en Sophie. A pesar de su comportamiento desagradable.
    - Sí, su sonrisa es bastante ganadora. Claro, depende del valor que uno le dé a lo físico. Yo estimo virtudes más altas. La belleza del alma. Aunque sus ojos son bastante bonitos de mirar. Y puede ser divertida, en las circunstancias adecuadas.
    - Pero Olivia es una mujer educada, cultivada. Que se conduce con tu genio artístico.
    - Sí, ahora mi genio debe ser considerado. En teoría, no hay razón para preferir a Sophie sobre Olivia.
    - Yo diría lo contrario.
    - Entonces, tu sugerencia de que sea honesto con Olivia y le diga que, aunque parezca irracional me enamoré de Sophie, es una idea absurda. Es demencial. Aún así, no puedo evitar sentirlo...
    - Que amas a Sophie. Sí, entiendo. Estás confundido y desconcertado porque tu tonta lógica te dice que deberías amar a Olivia.
    - ¿Tonta lógica?
    - Y, aún así, parece insignificante cuando estás cerca de Sophie.
    - ¿Qué estás diciendo?
    - Que el mundo puede tener o no propósito pero no está totalmente falto de algún tipo de magia.
    - Tengo sentimientos irracionales positivos por Sophie Baker. Es como presenciar un truco que no puedo entender.”

  • “- Usa la cabeza. No somos una pareja hecha en el cielo. Y como ya has dicho muchas veces cuando el corazón manda a la cabeza, viene el desastre.
    - Pero el hecho es que te amo. Y en algún lugar de tu oscuro y confundido corazón criminal te importo.”

  • “- Es triste, porque realmente había algo entre nosotros. Una una química, una magia. Dije química o magia porque creo que la amé desde el primer momento que posé los ojos sobre ella. El amor a primera vista es un tipo de magia, ¿no?”

  • “- No, no he perdido mi pesimismo. Pero tú, eres como un oasis en un triste desierto. Y en cuanto a lo que puedo ofrecerte una vida con un genio brillante e inteligente. Debo irme.”

  • “- Necesitas un trago. ¿Qué quieres?
    - Whisky, por favor. Finalmente, demostró ser una tonta.
    - ¿Eligiendo a un buenmozo millonario en vez de a ti? Bueno, puede recuperar la sensatez. Las mujeres cambiamos de opinión sobre esas cosas.
    - Demasiado tarde. Retiré la oferta. No me dejaré avasallar por grandes ojos y una sonrisa. Aunque ella es mucho más. Pero tuvo su oportunidad y dijo que no.
    - ¿Dices que si cambia de opinión no la aceptarías?
    - Es demasiado tarde.
    - No puedes ser tan testarudo.
    - Supongo que si despierta y se da cuenta lo feliz y divertida que sería su vida conmigo lo mucho que he llegado a amarla. Pero no me demostró nada. ¿No te dio ninguna señal de que le importas? Si me hubiera dado una señal la habría cargado en mis brazos y me habría casado con ella. Todo lo que buscaba era una señal.”

Os dejo también la playlist de Spotify sobre la banda sonora de la película. Woody vuelve a homenajear a una de sus grandes pasiones: el jazz. La lista es magnífica. Agradecer a Cormac Teevan el trabajo en la configuración de la misma.

Una película recomendable, quizás estoy cegado por lo irracional de la Historia, quizás por el diálogo. Puede que lo que más mande sea mi incondicional militancia para con Woody Allen. Pero yo no dejaría de ver “Magia a la luz de la luna” a pesar de no ser una obra maestra del genio. Hay que ser escépticos siempre, pero no cerrar las puertas a la magia. Valoración: 7.0.

Buenas noches y buena suerte.

hannahEl pasado sábado le tocó el turno a Hannah y sus hermanas (Hannah and her sisters), una película de Woody Allen que data de 1986 y fue grabada en EEUU. La película contó con un reparto de auténtico lujo: Woody Allen, Mia Farrow, Michael Caine, Barbara Hershey, Dianne Wiest, Max von Sydow, Carrie Fisher, Lloyd Nolan, Maureen O'Sullivan, Sam Waterston, Daniel Stern.

La película cosechó numerosos galardones. 1986: 3 Oscars: Mejor actor sec. (Michael Caine), actriz sec. (Wiest), guión. 7 nominaciones. 1986: Globos de Oro: Mejor película - Comedia o Musical. 5 nominaciones. 1986: 2 Bafta: Mejor director y guión. 8 nominaciones. 1986: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película, Mejor director. 1986: Premios David di Donatello: Mejor guión extranjero. 2 nominaciones. 1986: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera.

En una familia convencional americana se crían 3 hermanas de lo más dispares, Hannah está felizmente casada dos veces, y tiene un ex-marido hipocondríaco. Lee vive con un intelectual mucho más mayor que él y la Holly lleva una vida algo desordenada, de fracaso en fracaso. Las cosas pronto empezarán a mezclarse cuando el marido de la Hannah, un genial Michael Cane, se obsesiona con Lee.

En mi opinión, estamos ante una de las mejores películas de Woody Allen. Diálogos intensísimos, sutilezas, humor inteligente. Todo sazonado con la fórmula Allen: pasiones irracionales, infidelidades, idolatría de la mujer y un elenco de actores fantástico. Todo ello junto con un genial Michael Chane y una excelente Dianne Wiest. Una película fantástica. Valoración: 8.

Buenas noches y buena suerte.

todos3Hay cineastas que viven constantemente en la encrucijada de hacer películas mejores, películas que no les hagan perder su estatus. Son cineastas con un caché elevadísimo, o con ansias de alcanzar ese olimpo tan deseado, y suelen mover a legiones de fans de culto. Luego están los directores con personalidad, con tanto criterio que les da igual arriesgar, son capaces de cambiar de registro para homenajear a una figura, un género o para lo que les de la gana. Están en el Olimpo, o están cerca, pero no son influenciables, hacen lo que quieren, lo que les dicta su alma de artista. En esta categoría hay pocos, como por ejemplo: Tarantino, Woody Allen, Welles o Ingmar Bergman. Tipos a los que la industria ha engatusado porque la industria del cine es necesaria, y porque quieren ganar dinero, como todos, pero por poco más.

Me imagino a Woody Allen concibiendo Todos dicen I love You en su casa, planteándose hacer un homenaje al musical de siempre, al musical de Broadway enfrentando a las dos américas, la demócrata y la republicana, la burguesa y la vividora, organizando coreografías de las de toda la vida, y pensando para sus adentros “Voy a hacer un señor homenaje a los musicales. Voy a homenajear a Fred Astaire y Ginger Rogers y para ello voy a rodearme de un reparto de órdago”. Porque para colmo, el bueno de Woody se rodeó de un reparto que, como veréis a continuación, hacía difícil el fracaso.

Todos dicen I love You (Everyone says I love you, EEUU 1996) es una película escrita y dirigida por Woody Allen, con música de Dick Hyman y protagonizada por: Woody Allen, Goldie Hawn, Natalie Portman, Alan Alda, Drew Barrymore, Lukas Haas, Gaby Hoffmann, Natasha Lyonne, Edward Norton, Julia Roberts, Tim Roth, David Ogden Stiers.

La trama transcurre entre Nueva York, Venecia y París. Steffi y Bob son un matrimonio burgués de Nueva York: son ricos, liberales y socialmente comprometidos. Steffi estuvo casada con Joe, un tipo sin suerte con las mujeres, con quien tiene una hija que cambia de novio cada 8 horas. Bob tiene un hijo republicano que choca con sus padres, una hija que ha puesto en peligro su boda al enamorarse de un delincuente y otras dos hijas adolescentes que se pelean por chicos multimillonarios. Todos ellos pasean sus problemas por Nueva York, París y Venecia.

Como hemos dicho, la película es un musical, aunque no es el típico exponente del género en el que uno acaba harto de canciones. Los diálogos y las escenas son agudos e ingeniosos, y rozan tanto el absurdo que a veces uno no puede dejar de reírse. Genial el reparto de las damas, Goldie Hawn realiza un papel sensacional, Barrymore y la propia Julia Roberts, en un papel bastante difícil. Woody actúa en uno de sus papeles típicos, el típico fracasado paranoico que intenta triunfar, y lo hace magistralmente.

La película es una divertida comedia que va más allá de lo romántico, entra en el terreno de la confrontación generacional y de clases para crear, junto con la música, uno de los grandes amores de Allen, una historia deliciosa. Valoración: 7.4.

Buenas noches y buena suerte.

Compré este libro antes de partir hacia Dubrovnik, hacía tiempo que iba tras de él. Supe de su existencia por Juan Granados. Pura Anarquía es un libro fácil de leer, con pequeños artículos publicados por Allen en diarios como el New York Times. Son historias que han logrado que me ría leyendo, algo que no es muy usual, algunos de mis acompañantes en el trayecto diario a Valencia habrán alucinado con mis carcajadas contenidas.

Pura Anarquía es un compendio de historias tan alucinantes como surrealistas que no hacen más que provocar una reflexión. Historias sobre contratistas de obra, altos ejecutivos cinematográficos, un juicio donde testifica el Pato Donald, filosofía de menús... Os lo recomiendo, es un libro interesante, ingenioso, divertido y diferente. Hay que decir que hay cosas que no se llegan a entender por el desconocimiento de la cultura americana, pero os encantará. Humor inteligente 100%.
Como él mismo dijo, "Donald era uno de los patos más profundos que había conocido".
Buenas Noches y Buena Suerte.
Etiquetas de Technorati: