Todo en vano.

La elección de Todo en vano fue fruto, en parte del azar. Hacía mucho tiempo que no escogía un libro sin tener muchas referencias previas en el interior de una librería. La pandemia y los tiempos nos han hecho así, no sólo nos sucede a los lectores.No nos aventuramos, preferimos asegurar, leer, informarnos previamente. 




De no haberme arriesgado no hubiera llegado jamás al libro que hoy os traemos, una novela del escritor alemán Walter Kempowsk que a la postre ha resultado ser una maravilla digna de ser leída. La otra parte de la elección de “Todo en vano” se la debo a la trabajada y conseguida calidad y sensorialidad de la edición que Libros del Asteroide ha sacado al mercado.


Sinopsis de Todo en vano.

Último año de la Segunda Guerra Mundial, Prusia Oriental. En ese frío invierno de 1945 la vida transcurre aparentemente tranquila en una casa de huéspedes enorme a las afueras del pequeño pueblo de Mitkau. 


El señor von Globig está destacado en Italia, es un oficial que lleva meses fuera de casa. En la casa de Georgenhof viven su mujer, Katharina, su hijo Peter, la tiíta, y el servicio, conformado por un emigrante polaco y dos sirvientas lituanas. La casa se edificó en una gran extensión de terreno que los nazis fueron incautando para la construcción de la colonia Albert Leo Shlageter, en la que Drygalski era uno de los cargos de mayor autoridad civil.


El decrépito final de Prusia Oriental como parte de Alemania es narrado fehacientemente por Kempowski en un libro majestuoso. Pero además lo hace desde los diferentes prismas de los personajes principales, dotando de humanidad y con nombres y apellidos lo que fue un hecho histórico: la desmembración de Prusia durante el año final del yugo nazi, la constitución posterior de los Países bálticos, y las vidas que se perdieron en todo ese proceso, éxodo mediante.


Afrontar el final de la Alemania nazi a través de los personajes.

Todo en vano, Walter KempowskiDiferentes personajes irán pasando por la casa de huéspedes. A cada uno de ellos dedicará un capítulo Walter Kempowski. Y lo hará sin dejar de perder de vista la evolución de los hechos históricos.

La violinista filonazi, que se enfada ante el derrotismo de sus compatriotas. Se marchará airadamente con su violín de la casa. Adoctrina, se horroriza de ver dudas y frivolidad y abandona la casa.


El economista que “invertía” o estafaba con sellos como valor seguro. Y que muestra quizás el lado más analítico de lo que iba a suceder. Cautiva a niños y adultos con sus teorías catastrofistas, o realistas


El hombre judío que huye de los nazis, la benevolencia de Katharina con él mientras se muestra algo alejada de la realidad que le rodea para indignación de una tiíta que trata de mantener el orden en la casa. 


La tiíta representa el cambio de mentalidad, ferviente defensora y creyente del Reich que se desmorona, observa con asombro los osados comentarios del pintor que ataca al Führer. Mantiene el timón de la casa mientras Katharina vive en su mundo.


Bajo sus órdenes, el servicio de la casa, el polaco y las lituanas, que ven desde otro punto de vista, completamente distinto, lo que va a acontecer ante el avance ruso.


En todo este mundo particular el pequeño de los von Globig, Peter, recibe todos los días la visita del maestro, el entrañable y abnegado doctor Wagner, que interactúa con los huéspedes y la familia con cierta envidia y desazón al no ser tratado como uno de ellos en ningún momento. El educador recorre todos los días, pese al frío, la nieve o la lluvia el camino de ida y vuelta desde su casa a la de los von Globig. En Wagner (casualidad) se plasman los dilemas culturales como salvar la valiosa biblioteca.


El niño, Peter, acechado por Drygalski,  el mandamás del Partido Nazi, para unirse a los infantiles reemplazos del ejército alemán, observa la realidad con desde la ventana de la casa de Georgenhoff con su telescopio. Casi con total seguridad Kempowski plasmó en Peter muchos de sus sentimientos propios.


Otro de los personajes destacables son el barón y la baronesa. Que se instalan en la casa provocando la alteración del orden y el reparto de habitaciones. Drygalski impondrá su presencia, en un claro ejemplo de cómo las élites siempre salen favorecidas, por muy mal que pinten las cosas.

Opinión personal sobre Todo en vano.

Imaginad que os toca vivir un acontecimiento histórico. Hace un año os hubiera costado, hubierais pensado en nimiedades, hoy creo que todos somos capaces.


Ahora imaginad que no es una pandemia, que es una guerra. Y que la vivís con 10 o 12 años. No es imaginación es una realidad. Imaginad que os toca huir, con lo puesto, y que lo perdéis todo. Que los rusos del Ejército Rojo entran, asaltan, no hacen prisioneros, violan, queman, saquean. 


Probablemente esos hechos, incluso el hecho de que el lugar donde vivís cambie y deje de ser de un país para convertirse en otro, como sucedió en toda la zona geográfica en la que se engloba  la ciudad antiguamente conocida como Königsberg, hoy Kaliningrado. Mitkau se encontraba en esta zona. 750000 alemanes, en su mayoría ancianos, mujeres y niños, el resto estaban en el frente como último recurso para salvar los muebles de la Alemania nazi, abandonaron su lugar de residencia para no acabar viviendo en lo que, tras la II Guerra Mundial se convertiría en Estados bálticos, Polonia o Rusia, según el reparto asignara en suerte.


60 años después, desde la madurez y el análisis sosegado y alejado del rencor, no desde la adolescencia y su efervescencia, una vez procesados los hechos, analizados, revividos, y hasta sufrido en propias carnes las consecuencias de los mismos, os armáis del valor suficiente para crear la novela definitiva sobre la vida en la retaguardia con el enemigo a las puertas. Todo eso es Todo en vano.


Para los jóvenes y adolescentes no hay nada peor que no poder disfrutar de esa etapa de la vida en la que todo es nuevo, te sientes fuerte pese a las dudas y sólo quieres explorar. Los silencios interrumpidos por el ruido incesante de bombas estallando en la noche, con el resplandor a kilómetros y tratando de mantener la normalidad pese a tener la certeza de que tu vida va a cambiar para siempre.


Si todos estos elementos se conjugan con la fortaleza del relato de cada uno de los personajes. Siempre mostrando la comprensión y la empatía que aporta pretender añadir los puntos de vista de los distintos personajes, mostrando sus anhelos, sus miedos a los cambios que vienen o su fe inquebrantable en el Reich nazi que se descompone.


Kempowski huye del maniqueismo, y lo hace aportando un prisma de humanidad para cada uno de los personajes principales que, como se ha comentado con anterioridad, son los ojos y los instrumentos para la reflexión y la empatía. 


El autor conjuga algunos fragmentos de poemas con la prosa de su obra. Fragmentos que dejan entrever el dolor y el avance de los fatídicos acontecimientos.


La prosa de Kempowski ahonda en detalles descriptivos y se vale, para ello, de un rico lenguaje. La verdad es que la lectura es agradable y el lector acaba por tener la agradable sensación de estar paladeando cada uno de los fragmentos de una obra maestra de la literatura. 


Y es que la sensación de decrepitud, de desolación, de dolor o de angustia contrastan con la aparente calma y equidistancia en la que viven instalados los personajes de la casa. La lectura es tan agradable que el lector casi puede tener cargo de conciencia por no estar sufriendo.


Porque si algo logra el autor de Todo en vano es transmitir lo que fueron los últimos días de Prusia Oriental bajo el dominio alemán: nadie quería creerse lo que iba a suceder. Cada cual por sus motivos, por ligereza y anhelo de un pasado que no volverá, por miedo a la llegada del Ejército Rojo, por no querer renunciar a un estatus adquirido o por una fe inquebrantable en el delirio que supuso la llegada de Hitler al poder y con la vista puesta por el retrovisor del tiempo en la I Guerra Mundial.


La literatura, pero sobre todo el cine, han hecho que tendamos a querer entender las guerras a través de las zonas de combate. Novelas como Todo en vano humanizan la zona de retaguardia. Poner rostro de civiles a las consecuencias de la II Guerra Mundial en el bando perdedor cuando viviste, en mayor o menor medida, dichos acontecimientos es de un mérito enorme.


Por concluir esta extensa reseña, Todo en vano se convierte una de las obras imprescindibles para entender no sólo el final de la II Guerra Mundial, sino sus consecuencias. Se podría afirmar que es una novela indispensable para entender la Europa de la segunda mitad del siglo XX.


He disfrutado con este libro. Y no puedo más que recomendar su lectura. Todo en vano es un libro excelente. De esos que deberían leerse por todos para entender mejor la Historia y no volver a cometer errores pasados. Valoración: 9.

Buenas noches y buena suerte.

Todo en vano, de Libros del Asteroide.

Todo en vano se publicó en España por Libros del Asteroide, del gigante editorial Penguin Random House. La edición que tengo entre manos y de la que hoy os traigo la reseña es la tercera, las tres publicadas hasta el momento son de 2020. Leído en papel y terminado a principios de 2021. 


La novela que hoy reseño se publicó, por primera vez en España, en 2020. La edición en papel cuenta con más de 350 páginas de un magnífico papel. Agradable al tacto, como suave es su portada. Sé que no suelo profundizar en este tipo de detalles. Pero el trabajo físico y sensorial de la editorial es de alabar en esta humilde reseña de Todo en vano


Alles umsonst, título original de Todo en vano, se publicó un año antes de la muerte de Walter Kempowski, en 2006. La traducción al español la realizó Carlos Fortea. ISBN 

9788417977184.

¿Qué dicen los medios especializados sobre esta novela?

Desde The New Yorker a El cultural, Todo en vano no ha hecho más que recibir el aplauso de la crítica. A nadie se le escapa que escribir una novela sobre el fin del nazismo desde la retaguardia y desde el prisma de civiles viendo derrumbarse su mundo por completo, tanto el material como el más personal, resulta un ejercicio digno de admiración.

Dónde comprar Todo en vano.

Ya sabéis que en Los mundos de Josete  escribimos “por amor al arte”. No obstante, si vas a comprar el libro de Kempowski nos puedes ayudar a sufragar los gastos que tenemos si lo haces a través de estos enlaces.


Todo en vano, formato libro papel.

Nuestra recomendación principal, por convicción, es que compres Todo en vano en tu librería de confianza. Pero si no la tienes, o no te viene bien, te damos alternativas:


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Todo en vano en La casa del Libro.


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