La vida puede ser maravillosa.

Se va Andrés Montes, un ejemplo, un icono de positivismo y buen rollo. Pese al trágico final, pese a que el final no fue feliz, pese a la injusticia montesque supuso su adiós de La Sexta. Uno siempre recuerda, o debe recordar, lo mejor de cada persona que pasa por su vida. Nadie sabe dónde está el final, en qué parte los caminos se separan, y la dureza de la muerte nos arranca a la gente a la que apreciamos. Es por ello que debemos paladear cada momento con la gente fabulosa que nos rodea.

El controvertido Andrés Montes se marchó para siempre, controvertido por su estilo, simpático pero innovador, no siempre caló en un público acostumbrado a narradores de otro estilo. Un hombre que lo sabía casi todo del baloncesto, y que nos acompañó, y siempre lo hará, en los mejores momentos de nuestro baloncesto, por muy dolorosos que fueran. Son momentos tristes, pero debemos quedarnos con los ratatatata, Mr Caterings, Bombas, tiki-takas y su famoso jugón. De todo hay que aprender, hemos de quedarnos con su positivismo, con el buen rollo, y con los grandes momentos. Rendimos tributo con sus últimos momentos en la televisión.

Hasta siempre jugón.

Buenas Noches y Buena Suerte.

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