Crítica de “Como la sombra que se va”, de Antonio Muñoz Molina.

Reseñamos la última novela del escritor andaluz Antonio Muñoz Molina: Como la sombra que se va, Seix Barral, Narrativa Breve, 2014. En él se narra la huida del asesino de Martin Luther King. Lisboa es el epicentro de la historia, una trama magnífica que acabará por cautivar y cambiar la vida de quien la escribe, y probablemente de quien la lea.

Es complicado, y osado, tratar de escribir la crítica de ciertos libros. Quien os escribe nunca pretende ni sentar cátedra ni aportar más que una humilde opinión, la de un lector corriente, sobre libros al alcance de cualquiera. No sé, ni soy experto en crítica literaria. Lo cuento como me nace, como la mayoría de entradas de este blog. Pero  no sé qué pasa que con Muñoz Molina siempre me ha costado más. Existe un respeto inquietante hacia quien domina la prosa de un modo tan abrumador como lo hace el escritor andaluz. Es por ello que voy a intentar que esta entrada sea lo menos atrevida posible, aunque los lectores asiduos del blog ya intuirán que es un cometido difícil de cumplir, tratándose de quien os escribe.

Por si fuera poco, el libro, que fue un regalo por mi 31º cumpleaños, venía dedicado por el propio autor. Un gran detalle de quienes me hicieron el regalo. Sin duda es algo que hace todavía más especial a la obra, al menos a nivel personal.

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El 4 de abril de 1968 cambiaron muchas cosas en el mundo. Quizás el principal hecho acaecido fue el asesinato de Martin Luther King por James Earl Ray en la ciudad norteamericana de Memphis. Este es el detonante y el hecho singular en el que se fundamenta la novela. La huida del asesino de una cárcel norteamericana, su posterior angustia hasta llegar a Canadá y su periplo hasta que llega a Lisboa. La ciudad epicentro de la acción y desde la que intentará continuar su fuga hacia destinos más tranquilos y alejados de la persecución de las autoridades que han puesto precio a su captura.

como-la-sombra-que-se-vaLa novela transcurre con dos tramas paralelas que se van narrando en capítulos que se alternan. Por un lado la vida del asesino prófugo, su estancia en Lisboa, el proceso de ocultación, sus picos de euforia y desesperación, sus esperas hasta obtener el ansiado visado hacia alguna colonia portuguesa, y sus manías y obsesiones por ser un fugitivo de su importancia: controla casi a diario los noticiarios y la prensa escrita internacionales .

Por otro lado, paralelamente, se narra en primera persona y a modo de falsa (o no) autobiografía el proceso de construcción de la novela, cuyo origen se sitúa en Granada a cargo de un funcionario descontento que intenta escribir una trama basada en el asesino y su paso por la capital portuguesa. El escritor irá compaginando ambas aventuras con su matrimonio y su paternidad.

El transcurrir del libro lleva a ambos protagonistas a huir. El prófugo de un modo consciente. El escritor, de cuyo nombre nada sabemos, utilizando el pretexto de la creación literaria para alejarse de su familia, de su vida en Granada, una vida que no quiere pasa sí mismo. Ambos no dejarán de analizar sus vidas desde la madurez. Ambos no dejan de ver como un conjunto de hechos entrelazados la huida del asesino. Los dos personajes quedarán cautivados por Lisboa, por su luz, por sus calles y sus plazas. La introspección del escritor y del asesino les conducirán a pasajes de pérdida de consciencia, de soñar continuamente en la realidad que nunca fue, de analizar cómo hubieran cambiado las cosas si en un determinado momento la situación no hubiera sido la que se tomó.

Estamos ante un elogio de la madurez y la reflexión culminada con los pasajes finales del libro, creo que no estropeo nada a nadie porque todos sabemos como acabó el predicador y político americano. Las últimas páginas de Como la sombra que se va se narran desde la perspectiva del gran líder afroamericano. Sus últimas horas en Memphis, con sus angustias, su hastío ante una campaña que parece no conducir a ninguna parte. Se presenta a Luther King como un héroe cansado y agotado de serlo. Otra oda a la madurez.

Personalmente es una novela muy interesante, no sólo por el contexto en el que se encuadra, uno de los acontecimientos históricos que marcaron el siglo XX, sino también por la reflexión planteada por Muñoz Molina. Un análisis vital y maduro de tres personajes de mediana edad cuyos destinos, pese a estar entrelazados por el nexo común de la historia de un asesinato, viven diferentes tesituras y luchan contra sus propias angustias y debilidades. Un magnífico elogio a la madurez bien entendida, a la reflexión y al análisis en el que todos, de un modo o de otro, antes o después, nos vemos arrastrados por la propia vida.

Un fragmento que me marcó mucho es este del capítulo 18 que ya compartí en mi cuenta de instagram:

cap 18

La recomendamos mucho, por la genial prosa de Muñoz Molina, que siempre es de agradecer, por el estudio concienzudo de los hechos y de los lugares en los que transcurre no sólo la novela, sino también la Historia, con mayúsculas del siglo pasado, así como también por todo lo relacionado con el examen de conciencia, la reflexión y la madurez que asoman como trasfondo de este magnífico libro. Valoración: 9.

Buenas noches y buena suerte.

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