Viena, parte 1: El desembarco.

Viajar enriquece, es algo así como las pastillas Gallina Blanca, no confundir con las pastillas con las que algunos se enriquecen. Partimos de Valencia a eso del mediodía del sábado en un avión de Swiss Air, antes de partir el mensaje de bienvenida nos lo dio un doble de Alec Baldwin que con su uniforme y su pronunciación parecía estar dando la binevenida a un congreso de nostálgicos del III Reich.

Si algo tiene viajar en Swiss es que te hinchan a comer y las chocolatinas, y si a eso el sumamos la peculiar fauna, entre ellos yo, a la que transporta pues ya ni te cuento. El segundo avión, el que nos trasladó de Zurich a Viena iba repleto de un antiguo equipo de rugby austríaco que venía de Australia, estos 6 individuos ocupaban la fila anterior a la nuestra y fueron los responsables del sonoro crujido escuchado al despegar y que casi fuerza al capitán a obligarles a una evacuación forzosa. Uno no se explica cómo se puede perder una guerra con tamaños de espalda así a no ser porque fuera más fácil acertar con un disparo. Para más inri se me sentó al lado Cocodrilo Dundee, que iba leyendo La Guerra de Charlie Wilson,  y a su colega el aborigen, negro aborigen auténtico, con barbas, sombrero, un poco rasta, uñas de palmo... no cuelgo las fotos porque me dio miedo tomarlas.

Una vez aterrizamos y tras saludar a mi querida prima fuimos a tomar el tren hacia el hotel aplicando un 5x4, Eme se nota que eres de letras, esta tarifa de ahorro no le convenció al revisor y casi nos cuesta un disgusto, suerte que nos vio cara de guiris pardillos perdidos de la vida y sólo nos cobró el importe del billete que faltaba.

Esa noche cenamos un delicioso Schnitzel Vienés, plato típico del que ya os hablaré más adelante, en un keller, espero haberlo dicho bien, unos restaurantes en los sótanos de los edificios típicos de la capital austriaca. Seguiré con mis andanzas más adelante.

Buenas Noches y Buena Suerte.

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9 comentarios:

Eme dijo...

No fue culpa mía
No fue culpa mía
No fue culpa mía
No fue culpa mía
No fue culpa mía
No fue culpa mía

>_<

Josete dijo...

Jejeje!

Emilio dijo...

Oye, algunos nos hemos quedado con la duda de quién fue el culpable :). Yo apuesto que Eme sólo contó a 4 porque no vio a Josete, como es tan bajito...

Por cierto, me vas a poner los dientes largos con múltiples entregas y todo. Viena es uno de los viajes que me debo a mi mismo.

Josete dijo...

Jeje! es que hay mucho que contar, y todo en una entrada iba a resultar excesivamente largo.. Atento a las siguientes entregas.

Eme dijo...

¡Más o menos así, Emilio! Yo pensaba que Josete sólo venía a acompañar a sus padres y a su hermana, y que se volvía a ir con el vuelo siguiente... Pero no cayó esa breva, como ves.

Josete dijo...

Cuando te vuelvas a ir de erasmus no esperes que te visite, y si te deportan a Siberia tampoco...

Emilio dijo...

¿Amor primal? ¿Primario? :)

Eme dijo...

¡Picadoooo...!

Josete dijo...

Gracias...