Viaje a Praga, guía para ver, oír y comer (Parte II).

172Algo se me olvidó en la primera parte de esta pequeña,y humilde, guía de Praga: las curiosidades. Algunas fotos que hablan sin necesitar más explicación que la propia imagen, que me impactaron por lo peculiar de la situación, y que creí conveniente compartir con todos vosotros. Aquí va la primera, no se os ocurra entrar en una sucursal bancaria con elementos tan peligrosos como cámaras de fotos, armas o teléfonos móviles.

Bueno, volviendo a cosas menos peculiares, nuestra segunda jornada en Praga transcurrió buscando el tranvía 22, que era el que nos llevaba a Malá Strana, el lado chico de Praga, separado por el río Moldava del resto de la ciudad. No caímos en el metro, que también llegaba, así que dos horas buscando un tranvía que no lo vimos hasta llegar al destino. Obviando el paseo, en Malá Strana hay que visitar la Iglesia de S. Nicolás de Malá Strana, una iglesia barroca con figuras grandiosas en mármol y un órgano destacable.212

Como no habíamos andado pues nos dio por subir al castillo de Praga a pie. A las puertas del castillo podréis ver a dos guardias que cambian cada hora, con un cambio de guardia menos glamuroso que los de Londres pero curioso. El conjunto está compuesto por Castillo, Palacio, Catedral, el Convento y la Basílica de San Jorge. Además se encuentra el famoso Callejón del oro, que no pudimos ver por obras (debe ser que allí también hay elecciones municipales).

Comimos en las inmediaciones del castillo, yo me decidí por el típico codillo, os voy a dejar una foto del antes y una del después, lo terminé, estaba muy rico y es muy recomendable. En algunos lugares de España podréis encontrar codillos similares pero este está muy rico.277

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Por la tarde intentamos visitar el Loreto, un famoso monasterio que además es centro de peregrinación. Aquí otra peculiaridad de los checos: si se cierra a las 16:30 a las 16:01 ya no entras, eso es lo que nos pasó. Así que a la carrera en busca de el Monasterio Strahov, no fuera que nos volvieran a dar con la puerta en las narices. Lo logramos, y vimos las dos bibliotecas, la de la Teología y la de la Filosofía, con millares de libros. Tras esta visita tomamos el famoso tranvía para bajar a la orilla del Moldava, visitamos la Isla de Kampa. Allí se puede visitar el Museo Kafka, muy interesante para entender el contexto en el que vivió el gran escritor. También recomendable el café Kafiko, un ambiente muy tranquilo, con tazas artesanales pintadas a mano, buena música y un café delicioso, donde descansamos tras haber pateado por media Praga.

Por la noche cenamos en una de las mejores cervecerías de Praga, pero como el último día nos dio por repetir sitio, y el capítulo de hoy ya es demasiado denso,voy a aplazar el episodio de la cena para otra entrega.

Buenas Noches y Buena Suerte.

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6 comentarios:

De todo y nada dijo...

Yo de Praga tengo buenas y malas experiencias... 2 multas (una de ellas en el tranvía), 1 timo...aunque la ciudad es muy bonita. Nosotros tampoco pudimos ver el Callejón, y eso fue el año pasado así que se ve que son lentillos trabajando, jajaja!

Josete dijo...

¿Dos multas? ¿Qué hiciste? Nosotros timo timo, casi uno, los camareros son algo espabilados en algunos sitios.
Lo del callejón me tranquiliza, lo mismo están haciendo un túnel secreto..

Anónimo dijo...

avísame si vas a Hungría...(MOFETON)

Josete dijo...

Tranquilo, no dudaré en consultarte para visitar tierras magiares. A ver si tu cuñado se anima no como en el viaje a Praga.
Un saludo.

De todo y nada dijo...

Pues multa 1: nos subimos al tranvía, íbamos con guía, acabábamos de comprar los tickets. Se acerca un revisor y menos otra amiga y yo a todos les había dado tiempo a 'ticar' menos a nosotras, multaza de casi 40€. La guía empezó a pelearse con el revisor para ver si era oficial o un impostor (que también los hay...).

Multa 2: camino de la estación de autobuses para irnos a Viena, no encontramos un paso de cebra y como no vienen coches decidimos cruzar, una pareja de la policía esperándonos al otro lado de la calle...multa de 20€, y porque nos dicen que van a ser 'buenos'. Mientras tanto siguen cruzando praguenses por el mismo sitio que nosotros sin ser multados... y los policías se reían cuando se lo decíamos ¬¬

El timo: vemos un bar típico, y miramos el menú, nos parece razonable. Entramos, nos dan siete vueltas y nos sientan, empiezan a llevarnos pan y mantequilla, salsas...al final la cuenta incluyó todo y más. Casi a 50€ por cabeza, no veas la cara de tontos que se nos quedó! encima fue el 1º dia que llegamos!!
Acabamos comiendo el resto del viaje en McDonalds y derivados...no veas como terminó mi estómago(fue el viaje fin de carrera).

Qué testamento he escrito!!

Josete dijo...

A ver, hay que ticar y hay que cruzar por donde toca, ¿No te lo enseñaron en el cole? Jeje!
Algo parecido, aunque no con tanto dinero, nos pasó con unas rosquillas en un restaurante.
Había que llevar cuidado, no hacía falta recurrir a McDonals.
Se agradecen todo tipo de comentarios, testamentos incluidos ;)